jueves, 27 de enero de 2011

PARA MIGUEL


Miguel:

Hoy es un gran día. Han pasado dieciséis años desde que, por primera vez, te tuve entre mis brazos y nunca podré olvidar ese momento. Dieciséis años ya.

Me pareciste el niño más precioso que había visto jamás. Tenías los ojos abiertos y mirabas mi rostro fijamente, como si ansiaras por fin ponerle cara a aquella mujer que llevaba nueve meses contándote sus cosas, esperándote con ansiedad y convencida de que lo mejor de su existencia estaba por llegar. Aquella mujer estaba en lo cierto. No se equivocó en lo más mínimo.

A través de estas breves líneas no voy darte ninguna primicia, no voy a decirte nada que no sepas, nada que no te haya dicho ya un millón de veces: que te quiero más que a mí misma, que has sido mi brújula en tiempos difíciles, mi norte, mi guía, mi razón de vivir. Que estoy orgullosa de ti y que me llenas de una felicidad imposible de ser expresada con palabras. 

La única novedad, tu regalo de 2011, es que deseo que lo sepa todo el mundo, que las demás personas  sean testigos de mi agradecimiento. Gracias por darme tantas satisfacciones, por mejorar mi vida,  por acompañarme en el camino, por dejar que te abrace, por recordarme a tu abuelo cuando caminas.

Feliz cumpleaños, hijo mío.

Feliz futuro.

Feliz vida.  

1 comentario:

  1. qué grande es sentir el amor de madre y qué grande poder expresarlo con palabras, con tus palabras!!!!
    recuerdo perfectamente el día que nació Miguel así como las alegrías que te ha dado en estos sus primeros 16 años
    ayer todo el día acordándome y, al final se me pasó felicitarle... je suis desolée
    ROSE
    besitos

    ResponderEliminar