sábado, 21 de mayo de 2011

LA INDIGNACIÓN COMO MOTOR DE LA JORNADA DE REFLEXIÓN


Quienes intentan atraer hacia sí el éxito de las convocatorias del movimiento denominado 15-M se equivocan de pleno. Abundando en mi último artículo publicado -POLÍTICOS NO TAN LISTOS A LA CAZA DE VOTANTES NO TAN TONTOS-, pienso que la casta política dominante carece en su mayor parte del nivel mínimo exigible para gobernar nuestro país. Y no sólo hablo de su deficiente preparación académica e intelectual sino de su desconocimiento de la verdadera esencia de la democracia, principal reivindicación que, en vísperas de la visita a las urnas, toma las calles españolas.
El PSOE, dotado de un especial olfato para sacar tajada de cualquier rebelión popular, ha visto el filón y ha decidido unilateralmente que todos los sublevados son de su misma cuerda. Craso error. Uno más. Pero, con la inestimable ayuda de sus innumerables medios de comunicación afines, trata denodadamente de arrimar el ascua a su sardina. Nota marginal: Yo he votado al PSOE más de una vez.
El PP, sorprendido igualmente por esta situación sobrevenida e inesperada, tira de su proverbial buena educación y de su acomplejado discurso centrista para reclamar como suyo un elevado porcentaje de desencantados. Nota marginal: También he votado al PP más de una vez.
El resto de formaciones minoritarias, desde IU a los partidos nacionalistas, tampoco se quedan atrás en el terreno de los desaciertos. 
Ante tamaño alarde de ceguera y sordera políticas, abordar el imprescindible cambio de estructuras democráticas no parece tarea fácil. Nuestros representantes son los primeros que se niegan a cualquier variación de escenarios. No les interesa en absoluto. Se desenvuelven como pez en el agua dentro de este sistema de reparto de poder que ningunea la voluntad de millones de personas que no se sienten representadas por sus siglas. Nota marginal: Y también he votado en blanco más de una vez.
Una reforma en profundidad del sistema electoral se antoja imprescindible. Urge la instauración de listas abiertas y el establecimiento de un proceso de segunda vuelta para salvaguardar la auténtica voluntad popular.  Creo firmemente que una indignación positiva y bien gestionada puede ser el motor que impulse unos cambios sociales más que necesarios. Ya va siendo hora de que una ciudadanía responsable se haga oír y no permanezca muda ante la mala gestión de una camarilla de profesionales de la política que no merece.

Por todo ello, no es difícil de entender que un librito tan pequeño como Indignaos - escrito por el ex combatiente de la Resistencia Francesa y diplomático Stéphane Hessel - se haya convertido en apenas unas semanas en sorprendente “best seller”. Este “joven” de 93 años convoca especialmente a las nuevas generaciones a una rebelión pacífica contra las injusticias de un mundo dominado por los poderes económicos. Y es que su intensa experiencia vital le ha demostrado que, en etapas de adversidad, la indiferencia, la resignación y la apatía no deben tener cabida. Nota marginal: Mañana votaré una vez más, como siempre he hecho desde que cumplí los dieciocho años. Ojalá esta vez acierte en la elección y mi criterio no me falle. Es mucho lo que está en juego

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