lunes, 10 de noviembre de 2014

NUEVA TERTULIA RADIOFÓNICA





El pasado miércoles 29 de octubre dio comienzo una nueva tertulia radiofónica semanal en esRadio Canarias, conducida por el periodista tinerfeño Gonzalo Castañeda y cuya banda de escucha alcanza a las siete islas del archipiélago.

En ella, y por espacio de sesenta minutos, ofreceré junto a mis compañeras de micrófono mi particular visión de la actualidad general, tanto a nivel local como autonómico, nacional e internacional.

Asimismo, abordaremos temáticas sociales concretas que sitúen a mujer, infancia y juventud en el centro de la noticia y, en mi caso particular, incidiré en sus aspectos jurídicos.

Afronto con ilusión y responsabilidad esta tercera etapa en las ondas, tras mis anteriores participaciones en Inter Radio Tenerife, bajo la batuta de Gabriel Mesa y en Onda CIT, supervisada por Tachi Izquierdo, a quienes nunca agradeceré bastante la confianza que me brindaron en su momento y la amistad que a día de hoy me siguen demostrando.

Me considero una privilegiada por poder expresarme siempre con libertad e independencia, ya sea por escrito o verbalmente. En ese sentido, aprovecho la ocasión para dar infinitas gracias a Joaquín Catalán, director de La Opinión de Tenerife, por publicar todos los viernes mis artículos en una columna bautizada CON MANO IZQUIERDA, aludiendo al doble sentido de mi condición de zurda y de amiga de la conciliación, y a Antonio Cacereño, responsable de La Provincia (Diario de Las Palmas), por reservarme también un hueco permanente en las páginas del medio de comunicación más leído de las Islas Afortunadas.

He dejado para el final la alusión a mis queridas y admiradas Ana Mendoza, Ruth Gómez y Olivia Delgado, un trío de lujo de cuyas cualidades humanas y profesionales aprendo constantemente. Su entrega, su pasión, su sensibilidad y sus ganas de cambiar el mundo desde la humildad y la solidaridad son para mí verdadera inspiración.

Ojalá el futuro nos siga manteniendo tan unidas como hasta ahora, dentro y fuera del dial, y nos procure la opción de aportar esos pequeños granos de arena capaces de mejorar en lo posible esta coyuntura tan preocupante en la que estamos inmersos.

La queja por sí misma es necesaria pero no es suficiente. Obras son amores y no buenas razones. De nada sirve criticar las actuaciones ajenas instalándonos en la pasividad. Mucho o poco, hay que hacer algo. Es una obligación moral. Por nosotros, por nuestros hijos y por nuestro prójimo.

Sigamos, pues, en el empeño.



1 comentario:

  1. Myr, a ver si me dices cómo escucharte, me encantaría.
    Besicos forales
    Rose

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